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Cacareos

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Cuando era pequeño Martin odiaba ir de vacaciones a casa de sus abuelos, Martin era un niño alegre de muchos amigos, siempre se le veia feliz a exepcion de cuando llegaba la temporada de vacaciones ya que como sus padres hacian viajes de pareja juntos hacian que el pequeño fuera a casa de sus abuelos en lo que ellos regresaban, esto hacia que martin odiara las vacaciones, llego el dia de ir y su padre se dispuso a levarlo, por el camino no se dijo ni una palabra ya que el padre de martin sabia que el no estaria de buen humor, al llegar a la casa de sus abuelos fue recibido por su abuela quien le dio un beso en la mejilla y lo invito a pasar para que comiera un postre que le habia preparado, su padre que llevaba prisa no quiso pasar se despidio de Martin y se fue rapidamente, mientras el niño estaba comiendo el postre, la abuela empezo a hablarle de todo lo que habia pasado en la finca desde las ultimas vacaciones y de que su abuelo no tardaba e

Como maté a mi esposo

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Mi nombre no lo diré sólo quiero aclarar que no estoy loca a pesar de que me encuentro encerrada en la habitación blanca y completamente acolchonada de un manicomio. -¿Cómo llegue aquí? Estaba felizmente casada, apenas y cumpliríamos los 3 meses de matrimonio y me sentía como una princesa. no podría describir la ilusión que tenía al creer que había encontrado al hombre perfecto. Pero como lo bueno nunca es duradero todo terminó aquella fatidica noche en la que él como nunca lo había hecho antes había llegado tarde cerca de las 02:00 am para ser exacta.

Voces macabras

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Hoy es un gran día, viajaré con mi amigo a una cabaña en las afueras de la ciudad para alejarnos de las avenidas ruidosas y los medios de comunicación que estresan nuestras vidas. Dicha cabaña teniaa un aura de tranquilidad y el paisaje que la rodea era simplemente perfecto, pero lo que más nos gustó fue el bajo precio de su alquiler de 50 euros todo el fin de semana.

La inexpresiva

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En junio de 1972, una mujer apareció en el hospital Cedar Senai vestida solamente con una bata blanca cubierta de sangre. Esto por sí solo no era nada extraño, pues la gente solía tener accidentes cerca y venía al hospital más cercano para recibir asistencia médica. Pero había una cosa que hacía que las personas que veían a esta mujer huyeran aterrorizadas: está no era precisamente humana. Tanto su rostro como su cuerpo parecía algo así como un maniquí, pero tenía la destreza y la fluidez para realizar movimietos como si se tratara de un ser humano normal. Su rostro era tan impecable y sin imperfecciones ni poros noable tal cual como el de un maniquí, desprovisto de cejas, con los pomulos rosados y un rojo color de labios.

Retrato macabro

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Todos conociamos a Danilo, el era un habitante de la calle que vivía en el pueblo de Heinz. Él antes pedía dinero pero un día empezó a pintar, se dirigió a un centro de reciclaje, tomó latas de pintura viejas y como si de un artista se tratara empezó a dibujar sobre lienzos con diversos colores gracias a que la mayoría de las latas todavía contenían pintura en ellas. Empezó a pintar sobre cualquier cosa cosa que pudiera encontrar tales como tablas de madera, papel o cartón siempre y cuando tuviera una superficie plana. A pesar de sus escasos conocimientos en artes logró realizar hermosos paisajes de lugares conocidos de la vecindad, animales que se encontraba además de algunas cosas fantásticas y geniale, no estaba de más decir que este tipo era el maldito Miguel Ángel de los méndigos. Despues de terminar cada obra las ofrecia a los transeuntes 50 centavos o un dólar para posteriormente usar el dinero para comprar alcohol y beber hasta quedar en coma, hasta tal punto parecia un

Estoy en el infierno

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Estoy en el Infierno No existe otra manera para describirlo: " Estoy en el Infierno ". No puedo pensar en ninguna razón por la que merecería estar aquí. El Infierno o al menos la parte del mismo en la que me encuentro no se ve como lo hubieras imaginado. No es ninguna caverna subterránea llena de fuego y demonios rojos torturándote. En vez de eso este lugar es un desierto que no alberga nada aparte de mí. Ahora, sé lo que estás pensando: que no es tan malo o que odría ser peor. Pero confía en mí, se pone peor. A pesar de que estoy en el Infierno, aun siento hambre, esto debe ser una parte de mi castigo. Siempre tengo hambre, y no hay nada en este desierto infinito que pueda comer, nada a excepción de un único ser que se burla de mí, como si supiera que me encuentro hambriento. Naturalmente trato de cazarlo para poder calmar está hambre que no me deja descansar y es aquí cuando el asunto empeora. Al ser el Infierno este animal no puede ser capturado ni cazado por